domingo, 12 de noviembre de 2017

El Archivo Parroquial de Valenzuela de Calatrava.

El Archivo Histórico Municipal de Valenzuela de Calatrava - el que se encuentra en nuestro Ayuntamiento - es fundamental para conocer nuestra Historia, en él se guardan documentos muy importantes, valiosos e interesantes sobre nuestro pasado local, desde la Carta de Villazgo hasta los libros de actas del siglo XX, pasando por documentos medievales, que por su antigüedad, su conservación debe ser motivo de orgullo para todos nosotros. Es por ello que en estos últimos años se han digitalizado parte de sus fondos, sin embargo, existe en nuestro pueblo otro archivo histórico, igual de importante, del cual tampoco podemos prescindir, se trata del Archivo Parroquial. 

Parroquia de San Bartolomé de Valenzuela de Calatrava.


En este archivo se guardan todos los documentos generados y relativos a nuestra Parroquia (la Parroquia de San Bartolomé de Valenzuela de Calatrava) lo que nos puede llevar a pensar que se trata de documentación únicamente válida para analizar la vida religiosa del pueblo, pero nada más lejos de la realidad. Hasta hace relativamente poco tiempo, y aún en la actualidad, la vida de una comunidad como podía ser Valenzuela giraba en torno a la vida de su iglesia o Parroquia: ahí se reunía el pueblo en las ocasiones y fiestas importantes, las autoridades eclesiásticas contaban con una gran influencia en la vida local, los hechos o hitos más destacados en la vida de una persona tenían lugar en su parroquia (bautismo, matrimonio, entierro), desde allí se gestionaban y cuidaban las obras de arte más importantes del pueblo, como eran sus iglesias y ermitas…, etc. Por tanto, a través de estos documentos podemos acercarnos a la Historia de nuestro pueblo en todos sus aspectos, no sólo en el religioso.


Archivo Parroquial de Valenzuela de Calatrava,
en la vivienda parroquial.

En 2011 pedí permiso a nuestro entonces párroco, D. Antonio, para investigar en este archivo y digitalizar algunos de sus fondos más antiguos y valiosos, y así facilitar su conservación, tal y como se ha hecho con los del Archivo Municipal, y que en un futuro no se tenga que trabajar con los originales evitando así el consiguiente deterioro que esto pueda suponer. D. Antonio - al que estoy por ello muy agradecido - enseguida lo comunicó y pidió permiso al Obispado.

Estuve investigando en este archivo, que se encuentra en la vivienda parroquial ("la casa del cura" como se la conoce popularmente) unos 3 meses aproximadamente, en los que pude digitalizar importantes documentos, conocer todos los fondos del archivo y su estructura, y recoger datos interesantes para la Historia del pueblo. Fruto de este trabajo fue un artículo en la revista local "Garabatos" que salió publicado en las Fiestas Patronales de ese año, a parte de conocer un poco más y obtener más información sobre nuestra Historia local.  

Trabajando con los documentos del Archivo parroquial.

Nuestro Archivo Parroquial cuenta con los siguientes fondos:

Libros de bautismos:

Se trata quizás de la serie documental más extensa, y una de las más interesantes. Son 10 libros que abarcan desde 1851 hasta la actualidad, pero faltan 7 libros anteriores que comenzarían en 1592. Desgraciadamente la sinrazón y las ansias destructivas de la Guerra Civil – la peor de todas las guerras, si es que existe alguna buena – acabaron con esos documentos. Todo lo que no se pudo esconder o guardar en 1936 fue quemado y con ello se destruyó parte de nuestro pasado que ahora ya es irrecuperable.

Las actas de bautismo más antiguas, las del siglo XIX, son muy interesantes, en ellas aparecen los nombres de los niños bautizados, los de sus padres y los de sus abuelos, gracias a ello podemos conocer como era la población de Valenzuela: su natalidad (si nacían muchos o pocos niños, la diferencia por sexos, o cuantos nacían en cada año), pero también cuales eran los apellidos más comunes, y el origen de muchos de ellos, de hecho, muchos datos sacados de aquí se utilizan en la sección de Garabatos “Apellidos de Valenzuela", que tan buena acogida tiene entre sus lectores.

Bautizo de un niño en Valenzuela en 1972.

Estos libros son fundamentales para buscar antepasados y hacer árboles genealógicos, hay que tener en cuenta que aunque comienzan en 1851 aparecen los 4 abuelos de cada niño o niña bautizado por lo que nos podemos remontar años atrás (imagínense que se hubiesen conservado todos los libros, ¡desde 1592! se podrían hacer árboles genealógicos casi desde la Edad Media).

También nos aportan información valiosa sobre las costumbres y vida social de los valenzoleños de aquel entonces, como por ejemplo las diferencias entre clases sociales (destacar que existen actas de los hijos de los Marqueses de Torremejía), el grado de laicismo o sujeción a las normas sociales (en función del porcentaje de hijos ilegítimos o naturales de cada año) e incluso la situación económica de los valenzoleños de aquella época (aparecen actas, que hoy nos sorprenden, de niños pobres que eran encontrados abandonados en las puertas o ventanas de las casas de las familias más pudientes, del ayuntamiento o de la iglesia, pues sus padres no se podían hacer cargo de ellos).

Para el que consulte el archivo son quizá los libros más interesantes, y a través de ellos podemos hacer interesantes árboles genealógicos de las familias del pueblo.


Escuela de niñas en Valenzuela en 1890.

Libros de Matrimonios:

Se trata sólo de 3 libros – del 4 al 6 – habiendo desaparecido los 3 anteriores (que se remontaban hasta 1615) destruidos igualmente en la Guerra Civil de 1936.

Los que se conservan comienzan un poquito más tarde que los anteriores: en 1864, y nos sirven para completar los árboles genealógicos, pero también nos aportan datos nuevos que no aparecen en los de Bautismos, como son los oficios a los que se dedicaban los padres de los contrayentes, y que nos ayudan a conocer mejor la situación socio-económica del pueblo (a que se dedicaban los valenzoleños de aquel entonces, si había mucha o poca pobreza, la importancia de la agricultura, la edad en la que se solían casar, si había muchos o pocos matrimonios, si había mucha endogamia o por el contrario eran frecuentes los matrimonios con forasteros…etc.).

Boda en Valenzuela en 1925.

Libros de Defunciones:

Se trata de 4 libros – del 6 al 9 – que abarcan una etapa más reciente que los anteriores, pues comienzan en 1901, si se hubiesen conservado los 5 libros primeros contaríamos con datos desde 1615, pero desafortunadamente también fueron destruidos en nuestra última guerra civil.

Nos aportan datos que nos sirven también para completar árboles genealógicos (aparecen las fechas de defunción) pero también para conocer cual era la mortalidad infantil (los niños que mueren al poco de nacer), la mortalidad ordinaria, las enfermedades o accidentes más comunes en cada época, si había algún episodio de mortalidad catastrófica (como lo fue la epidemia de gripe de 1918 o las distintas guerras civiles) o la esperanza de vida de la gente en cada generación.

Este conjunto de libros – Bautismos, Matrimonios y Defunciones – son imprescindibles para estudiar la población del pueblo a lo largo de su Historia, su demografía, aunque también sus aspectos sociales, y serían los equivalentes a los Registros Civiles del Ayuntamiento, sin embargo estos últimos aparecen en el siglo XIX mientras que los de la Parroquia son obligatorios desde el Concilio de Trento (1563), otra cosa es que, como en nuestro caso, no se hayan conservado libros tan antiguos.



Libro de Estatutos de la Hermandad de la Vera Cruz:  

Este libro es el más antiguo de todos los conservados en el archivo, comienza a escribirse a finales del siglo XVIII pero nos da información del siglo XVI (el escribano que lo comenzó copió el acta de fundación y las listas de hermanos desde 1552, más que nada, porque era ahí normalmente donde se recogían las bulas y privilegios dados a la Hermandad), es por tanto una suerte que se haya conservado esta reliquia, y la información que nos aporta no es sólo religiosa sino también útil para entender la sociedad valenzoleña de esos siglos.

Conocía ya este libro desde 2005, cuando escribí un artículo sobre la Historia de la Cofradía de la Veracruz de Valenzuela para la revista “Veracruz” de Puertollano, que también se publicó en la revista "Garabatos" de las Fiestas Patronales de ese año.

Hermandad de la Vera Cruz de Valenzuela de Calatrava.


De otras cofradías también nos encontramos libros de cuentas: como las cuentas de la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario durante el siglo XIX, lo cual es muy interesante para conocer la Historia de la Hermandad, la devoción, la fiesta y la imagen de nuestra Patrona.

Sin embargo, los estatutos de esta Hermandad, y otras del pueblo como la del Cristo de la Clemencia, se encuentran en el Archivo Diocesano de Toledo, pues la mayor parte de nuestra actual provincia perteneció a esa diócesis - la diócesis primada de España - hasta 1875. En este archivo también he tenido la ocasión de investigar en varias ocasiones, recopilando datos muy interesantes de nuestra Historia.


Otros fondos del archivo:   

Existen también otros documentos como Inventarios de Bienes de la Iglesia, de los cuales nos sirven sobre todo los más antiguos (los anteriores a la Guerra Civil) que nos dan a conocer las imágenes religiosas y obras de arte que existían entonces en el pueblo y saber cuales fueron las que se destruyeron en las distintas guerras que ha habido. 

De forma similar, los Inventarios del Archivo (uno de 1916 y otro de 1922) nos sirven para saber que documentos fueron destruidos en el pasado. Gracias a ellos sabemos los libros que faltan.

Se conservan también actas de Visitas Pastorales desde 1879, en las que se puede observar como era la situación de nuestra iglesia y sus templos en cada época (por ejemplo, se puede leer en que estado quedó la ermita del Cristo o la iglesia tras la Guerra de 1936), y las relaciones entre el pueblo y las autoridades eclesiásticas (como recibían a cada obispo las autoridades locales y la gente), así como listas de gente que se confirmaba, en este aspecto, existen igualmente un par de Libros de Confirmaciones, que comienzan en 1879, y son útiles para ver los apellidos más comunes o hacerse una idea sobre la población del pueblo en cada época.

Otros documentos interesantes son los relativos a los Marqueses de Torremejia. Los marqueses de los dos últimos siglos ya no eran Señores de Valenzuela – en España los Señoríos se abolieron en 1812 con las Cortes de Cádiz – pero seguían siendo “Patronos Protectores de la Parroquia”, contaban con mucha influencia social en el pueblo y tenían aquí propiedades. Eran muy queridos en el pueblo, y por ello establecieron una beca: la Beca de los Marqueses, cuyo borrador se encuentra también en este Archivo. Su fin era sufragar los gastos a los jóvenes del pueblo que quisieran estudiar en el seminario, en un tiempo en el que sólo podían permitirse tener estudios los hijos de las familias más ricas.

Hay también un libro, quizá el mejor encuadernado de todo el Archivo, que se titula “Fundación Piadosa del Excelentísimo Señor Marqués de Torremejía a favor de la Iglesia de Valenzuela de Calatrava” y que cómo su propio nombre indica recoge todos los bienes que el último marqués, Don Ramón de Alfaraz y Medrano, donó a nuestra Parroquia en el año 1929, es de destacar en su contraportada una foto del Marqués que ya se ha publicado alguna otra vez en la revista local "Garabatos".


Foto del último Marqués de Torremejía
que aparece en el citado libro.

Cuando escribí el artículo sobre este archivo para la revista local "Garabatos", Juan José Malagón Golderos - maestro jubilado, poeta e historiador local, natural de Valenzuela (aunque residía en Valdepeñas desde hacía muchos años) y un gran amigo mío que tristemente nos dejó en noviembre de 2012 - me escribió al poco tiempo y me felicitó por él. Normalmente él siempre me leía pero éste fue de mis trabajos el que más le gustó, y así me lo hizo saber en varias ocasiones en las que tuvimos la oportunidad de conversar. En su carta me decía que al leerlo "había tenido claro que yo sería el historiador de Valenzuela, el que escribiría algún día la Historia del pueblo", pero en realidad se equivocaba, pues yo solo sigo la senda, la estela, que él y otros como él habían iniciado anteriormente, yo era solo un niño, estudiante de EGB, cuando Juan José ya sabía más que nadie sobre la Historia de nuestro pueblo y llevaba años escribiendo sobre ello, fueron sus artículos, publicados en la sección "Apuntes para una Historia" de la revista "Garabatos", lo primero que yo leí sobre la Historia de Valenzuela, y recuerdo incluso uno de ellos, dedicado a las cañadas de la Mesta en nuestro término, que incluso me sirvió para un sobresaliente en un trabajo escolar de Ciencias Sociales.

A él debo en gran parte esta afición mía por la Historia local y por la investigación, él es el mejor historiador local que hemos tenido.

Gracias Juan José, un recuerdo y un abrazo al cielo.

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