Este documento forma parte de los fondos del Archivo Provincial de la Diputación de Ciudad Real. La mayoría de los documentos de este archivo son rutinarios y aburridos, solo hablan de quintas de soldados e impuestos de cada pueblo, pero de vez en cuando te encuentras alguna noticia curiosa e interesante (o trágica) como es el caso de la foto.
Se trata de una llamada de auxilio que ocurrió en el mes de agosto de 1862. Un vecino de Valenzuela, Manuel Sobrino Alcaide, comunica al alcalde, D. José María Malagón Almodóvar, que su hijo Andrés hace 4 días que falta de su casa. El alcalde lo pone en conocimiento de las autoridades provinciales y de la Guardia Civil, para lo cual informan de las señas del muchacho:
"Tiene 17 años. Estatura mediana. Pelo rojo, ojos pintarrajados, nariz regular, labios gruesos y vueltos, color blanco con algunas pecas. Cuando desapareció llevaba sombrero calañés viejo, sin chaqueta, con anguarina, calzón bombacho y albarcas".
Andrés Sobrino Guijarro, era hijo de Manuel y de Ramona (la madre natural de Pozuelo), y vivían en la Calle de los Carros. No sabemos si fue una travesura o una riña con sus padres, el caso es que el chico apareció. En 1871 se casó con Alejandra Sánchez Velasco, y tuvieron una niña: María Soledad.
Pero no tuvo mucha suerte el hombre, pues 11 años más tarde, en un documento de 1873 se dice que apareció su cadáver en una era, al lado del camino de Almagro. Parece ser que estaba trabajando en las tierras del abogado Juan Miguel Almodóvar - natural de Valenzuela, aunque vecino de Almagro - y murió de un accidente en el que se golpeó la cabeza. La vida en la época era muy dura.
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