miércoles, 1 de julio de 2020

Documentos para una Historia: las Calles de Valenzuela en 1863.

El documento de la foto es un cuadro con los datos de un Padrón de Calles, Edificios, Habitaciones y Habitantes de Valenzuela.

Se hizo en el año 1863, está firmado por el entonces alcalde, D. Santiago Malagón Almodóvar, el 2 de marzo de ese año.

Aparecen todas las calles del pueblo.

Algunas conservan sus nombres aún hoy: Rinconada, Viento, Almagro, Charco, Dehesa, Santo Cristo, Toledillo, Carros, Eras, Plata, Fragua y Nueva.

Otras han cambiado sus nombres a lo largo del tiempo:
  • Calle de la Iglesia: la gente la conocía como "calle del Marqués", porque ahí estaba la casa de los Marqueses de Torremejía. Desde 2004 se llama Calle de Doña Leandra López López, por una de sus posteriores e ilustres moradoras.
  • Calle Pajares, actual López Cruz, nombre que se le puso a principios del siglo XX en recuerdo de un maestro muy querido de nuestro pueblo.
  • Calle Silos, actual Calle Real.
  • Calle del Árbol, que hasta la década de los 30 del siglo XIX se llamaba Calle del Azofaifo (qué no es un árbol, pero sí un arbusto) y en el siglo XX se le cambio el nombre por el de un famoso militar ciudadrealeño, el general Aguilera.
Además estaba la Plaza, que en esa fecha se llamaba como hoy, pero lógicamente haciendo alusión a la Constitución de 1845.

Y la Plazuela de la Iglesia, donde estaba la iglesia y el cementerio.

Las clases altas, cómo los Marqueses y las familias más pudientes (Malagón, Mauro, Almodóvar), construían sus mansiones en torno a la Plazuela y la Calle de la Iglesia, tendiendo cada vez más hacia la Plaza.

En la Plaza estaba el Ayuntamiento o Casa consistorial, la cárcel, las escuelas y el casino.

La mayoría de los comercios y tiendas, así como la carnicería pública, estaban en la Calle del Árbol.

En la Calle La Plata había un molino aceitero o almazara, y también estaba allí el cuartel de la Guardia Civil.

La fragua o herrería daba nombre a una calle.

En la Calle del Viento tenía su despacho el notario.

El señor párroco vivía en la Rinconada, donde tenía además un pajar.

Y la Calle de los Carros era famosa por el gran número de huertos y pajares que allí había.

El pueblo ese año tenía 1.203 habitantes, siendo las calles más pobladas Pajares (161 habitantes), Silos (158) y Carros (138), lógicamente por ser las más largas.


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