Un día como hoy, 20 de octubre, pero de 1944, en plena dictadura Franquista, se celebraron en todos los municipios de España elecciones sindicales. Se trataba de elegir a los representantes de los empresarios y trabajadores en cada localidad.
El Franquismo quería dar al mundo una imagen de apertura y modernidad (en Europa estaban perdiendo la guerra los fascismos y ganando las democracias parlamentarias), pero lógicamente no creía en la lucha de clases por lo que los sindicatos debían ser "verticales" (agrupar a obreros y empresarios). Además no hubo voto secreto y toda la propaganda la llevo a cabo la Falange, por lo que poco de democrático tuvieron estos comicios y poca libertad tenían los votantes, aún así, Valenzuela dio la nota discordante, tanto es así que hasta se nos destacó en el Diario Lanza. Mientras en todos los pueblos se votaba a representantes de obreros y patrones (se entiende que adictos al régimen), en Valenzuela se votaba al padre Ballarín, un dominico que ejercía de párroco en nuestro pueblo y que ni siquiera figuraba en las listas electorales.
El padre Ballarín era del norte de España, cantó su primera misa en 1901, y fue prior del convento de Santo Domingo de Almería, ciudad en la que se le tenía mucho aprecio porque contribuyó a salvar a la patrona (la Virgen del Mar) de su destrucción en la Guerra Civil, también salvó a muchos vecinos de aquella ciudad de la represión de posguerra. En Valenzuela hizo muchas cosas por los más necesitados, como ceder un local para escuela de niñas al acabar la guerra, o instaurar la costumbre de que las familias más acomodadas invitasen a comer a los niños de familia pobre...., quizá por ello, los valenzoleños le consideraron el más apto para defender y ayudar a los trabajadores.
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