viernes, 24 de julio de 2020

Tal Día como Hoy: pleitos por la Dehesa Vieja.

En aprovechamiento de los pastos de las dehesas que hay en nuestro término han constituido históricamente un factor importantísimo para la economía de Valenzuela, sobre todo el aprovechamiento de los pastos de las dehesas situadas en la parte más al sur (la Dehesa Vieja y la Dehesa Nueva), y el oeste (Dehesa de la Nava).

La donación de estas extensas zonas de pastos a los vecinos por parte de los Maestres de Calatrava ha contribuido a que creciera o no la población del pueblo, el número de vecinos, y quizá en su importancia y explotación resida el origen del propio pueblo, o al menos su etapa de mayor repoblación. Cuando los Maestres de la Orden de Calatrava donaban dehesas al común de las aldeas o villas, esto atraía a ellas nuevos vecinos y moradores.

Las Dehesas que hay en los márgenes meridional (Dehesa Nueva y Vieja) y a poniente (Dehesa de la Nava) de nuestro término municipal han sido fundamentales para la economía rural, sobre todo como pastos para el ganado, desde muy antiguo, desde la época de la Orden de Calatrava, y esto ha provocado innumerables pleitos y conflictos entre Valenzuela y los pueblos vecinos de Granátula y Almagro.

Sin embargo, estas dehesas se encuentran en los márgenes de nuestro término, lo que ha provocado problemas y conflictos con los pueblos vecinos, sobre todo con Almagro y Granátula. Los archivos están llenos de documentos con pleitos y juicios entre el concejo de Valenzuela y sus vecinos por cuestiones de límites jurisdiccionales o aprovechamiento de pastos. En las dehesas, si eran de propios, la gente podía llevar a pastar a sus animales, podían recoger leña, carbonear (hacer carbón vegetal), cazar y recolectar frutos silvestres. 

Un caso típico de condomio era el de la Dehesa Vieja, desde antiguo, desde la Edad Media, dos tercios de esta dehesa les correspondían a los vecinos de Valenzuela y un tercio a los de Granátula.

El problema era que los vecinos de Valenzuela consideraban esta dehesa de uso exclusivo y molestaban con multas o confiscaciones a los pastores granatuleños que entraban en ella con sus rebaños.

Tanto es así, que en 1556 tuvo que mediar el propio rey Felipe II, recordando a los respectivos alcaldes que ambos pueblos podían pastar sus rebaños en la Dehesa Vieja desde tiempo inmemorial. 

Los de Valenzuela siguieron haciendo caso omiso a estas leyes, hasta que un día como hoy, 24 de julio pero de 1598, la Chancillería de Granada condenó al concejo de Valenzuela a que en el plazo de 9 días dejase entrar en la Dehesa Vieja a los pastores de Granátula que quisiesen pastar en ella. Además obligaba a que esta orden fuese leída públicamente por el pregonero del pueblo (que en aquel entonces era un tal Pedro Martín) en la Plaza Pública, y delante de varios testigos.

En fin, no siempre íbamos a ganar todos los pleitos con los pueblos vecinos.....

Vista de Granátula desde el Cerro de Cuevas Negras, junto a la Dehesa Vieja

No hay comentarios:

Publicar un comentario