En esta foto, vemos una firma que dice simple y llanamente "La Marquesa de Torremejía", y cuya tinta fue plasmada en el papel en el año 1842 en plena etapa de turbulencias y de cambios en España. Detrás de esas letras se encuentra Doña Carmen Osorio Melgarosa Ibáñez de Leiva, V Marquesa de Torremejía, título que consiguió casi por azar (al morir todos sus hermanos sin hijos) y cuya vida podría formar parte de una novela romántica o de aventuras de la época.
Doña Carmen nace en Almagro a principios de siglo, en 1800 (es bautizada el 9 de noviembre de ese año en la Iglesia de Madre de Dios), hija de D. Antonio María Osorio Melgarosa y Rodríguez de Ledesma y Doña María Josefa Ibáñez de Leiva Delgado y Monroy. Su padre era I Marqués de Torremejía como título de Castilla (su padre y su tío habían sido solo Marqueses de Mexia), Vizconde de Leyva y Señor de Valenzuela y Picón. su madre pertenecía a una familia noble de Almagro, originaria de Burgos.
En 1808, cuando comienza la Guerra de la Independencia contra los franceses, muere su hermano, D. Joaquín Osorio y Leiva, II Marqués de Torremejía, y el marquesado pasa a otro hermano suyo: D. Ramón, que muere 10 años más tarde, y pasa a otra hermana: Doña Ramona, que muere a su vez en 1833. Así el marquesado va pasando de mano en mano hasta llegar a la hermana pequeña de la familia, nuestra protagonista, que se convierte en 1834 en V Marquesa de Torremejía.
Doña Carmen estaba casada con un noble del histórico reino de Galicia, D. Ramón Alfaráz y Camps, que fue militar, concretamente coronel del regimiento de la Coruña. En 1840 combatió a los carlistas en las filas del Ejército del Norte, y al año siguiente es nombrado coronel del Regimiento de Infantería provincial de Cuenca.
Se trató de una mujer que vivió entre dos épocas, ya no era Señora de Valenzuela, como lo habían sido sus padres, pero seguía siendo noble, y tuvo que renunciar - tras muchos pleitos - a los privilegios de los que habían gozado sus antepasados en nuestro pueblo (como eran el cobro de la mitad de las rentas de los pastos de las Dehesas). Aún así, conservaba mucho poder, fue una gran propietaria, con tierras en Valenzuela y en Llerena (Badajoz).
Doña Carmen muere en 1854, tras 20 años de Marquesado. Su esposo vivirá hasta 1878, falleciendo aquí en Valenzuela. Ambos están enterrados en la Capilla de nuestra Parroquia.
Tuvieron dos hijos: D. Ramón (que murió joven) y D. Blas María de Alfaráz y Osorio, que se convertirá en VI Marqués de Torremejía.
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