Un día 27 de junio como hoy, pero de 1621 se fundó en Valenzuela la primera Hermandad y Soldadesca de Nuestra Señora del Rosario, nuestra patrona.
Digo primera pues habrá más refundaciones con posterioridad, la Hermandad se suprimirá y se volverá a fundar en varias ocasiones y por diversas causas y vicisitudes, pero ésta es la primera vez que se funda.
El documento de fundación me lo encontré en el Archivo Diocesano de Toledo, y gracias a él sabemos que la fiesta precedió a la Hermandad. El domingo de octubre ya se venía celebrando la fiesta del Rosario en nuestro pueblo, aunque desconocemos desde que año. Parece ser que desde hacía un tiempo, los encargados de organizar esta fiesta de manera voluntaria, los mayordomos, la habían descuidado, e incluso ya no se encontraba gente que quisiera ser mayordomo - quizá organizar la fiesta era trabajoso y caro - por lo que la tradición corría riesgo de desaparecer.
Para evitar esto, muchos vecinos del pueblo devotos del Rosario, y encabezados por un fraile dominico de Almagro, llamado Fray Sebastián Abad, se reunieron en la casa del vecino Juan Bautista Bravo y decidieron instituir una hermandad "con título de soldadesca" que debía encargarse a partir de entonces de celebrar la fiesta. Se redactaron los nuevos estatutos o leyes por los que debía regirse la Hermandad, divididos en 15 capítulos.
Las Soldadescas eran hermandades muy comunes en esta época, se organizaban siguiendo el modelo militar, con los mismos grados que en el ejército y desfilando con los vestidos y armas típicos de la época: capas, sombreros y picas.
La organización de la Hermandad seguía la jerarquía militar: en primer lugar, y gobernando la Hermandad, estaban los oficiales, que eran un capitán, un alférez y un sargento, y por debajo de ellos, el resto de hermanos, organizados en escuadras, y conocidos como "los soldados de Nuestra Señora del Rosario". Al que quisiera entrar en la Hermandad solo se le pedía ser una persona "de buena vida y costumbres, y no ser persona injusta", y pagar media libra de cera.
Los hermanos se reunían en cabildos, se elegía a los oficiales cada año al finalizar las fiestas, se leían los estatutos o leyes, y todos debían obedecer al capitán, al que ayudaban en su labor el alférez y el sargento. El capitán de cada año era también mayordomo, es decir, el encargado de celebrar la fiesta. El alférez era el encargado de llevar la bandera de la Hermandad, y los sargentos podían ser uno o dos, depende del año.
Los días antes de la fiesta, los hermanos debían limpiar y adecentar la iglesia, se elegía a dos de ellos para que preparasen y vistiesen a la imagen de Nuestra Señora del Rosario, a la cual se le traía flores y velas de Almagro, iba sobre unas andas y bajo "un arco dorado" (las imágenes de la época no solían ser de gran tamaño).
El día antes de la Fiesta, el sábado, se juntaban todos los hermanos en la casa del alférez de ese año, y a toque de tambor y desfilando en orden militar se dirigían a casa del capitán, donde éste les estaba esperando junto al cura párroco. Desde allí, y acompañados por la gente del pueblo, iban a la iglesia parroquial donde escuchaban misa de vísperas. Acabados estos oficios religiosos volvían a desfilar acompañando a los oficiales a sus casas, empezando por el alférez y acabando en casa del capitán.
El primer domingo de octubre, el día de la fiesta, todos los hermanos debían ir a la iglesia y comulgar. Después, recogían en sus casas a los oficiales en el mismo orden y con el mismo boato que habían hecho el día anterior. El capitán daba en la iglesia una ofrenda de pan y cera, e invitaba a dos clérigos, que junto al cura párroco, debían dar misa cantada. También se solía invitar a un dominico de Almagro como predicador. Se celebraba procesión con la imagen en andas y llevada por 4 hermanos, se elegían otros dos o 4 hermanos para llevar las hachas de cera, y otro para llevar el pendón o estandarte de la Hermandad, el resto debían procesionar con un rosario entre sus manos si querían conseguir indulgencias.
Después de la procesión se reunían en cabildo en casa de algún hermano y elegían a los cargos y oficiales para el año siguiente. Y la semana posterior a la fiesta - normalmente el lunes del Rosario, o como muy tarde al siguiente domingo - se celebraba misa cantada y de réquiem a cargo de los fondos de la Hermandad.
Esta primera Hermandad y Soldadesca de Nuestra Señora del Rosario, con sus estatutos, su imagen, organización y fiesta, perduró hasta finales de ese siglo, desconocemos por qué se volvería a suprimir, quizá se volvió a descuidar la fiesta, o fue por la crisis que afectó al pueblo durante esos años, lo que sí está claro es que a mediados del siglo XVIII, concretamente en 1755, hay una nueva refundación de la Hermandad.

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